Sepan Disculpar las demoras, sigo trabajando para ustedes.

Bueno eso, lamento la demora en volver a poder escribirles algo, pero como sabrán, bah, no saben, pero les cuento, la cuestión es que la semana pasada tuve la suerte de contar con la baja de dos personas en la oficina -dos esclavos- (uno tenía que pintar su nueva casa, y la otra es la vacante de la esclava que les había comentado antes).

El miércoles felizmente se incorporó la nueva niña a desempeñar labores (era la segunda en la lista de American Idol, pero la primera se arrepintió al ver el desconche que es este lugar), así que tuve que hacerle el "Tour" abreviado y explicarle el trabajo de una vida en tan solo 2 horitas -se me gastaba la saliva y aparte si sigo explicando se le olvida lo primero, tienen una Memory Card limitada-.

Luego intenté que se las arreglen solas (las dos personas que estaban) pero fue en vano, dada la intromisión de un superior (Mi secretaria Favorita) que las obligó (a sabiendas de la baja de una persona de vacaciones) a realizar trabajos forzados de un año atrasados, con grilletes y látigo -quizá sin esos elementos de tortura medieval, pero con un tono de voz que te revienta los tímpanos, casi igualito-.

Así que el suscripto tuvo que ir al rescate, haciendo de mulo esclavo pseudo-humano con una birome en cada mano y un plato chino en la nariz durante toda la semana, hasta el viernes claro, que pude sentarme en mi escritorio frente a la pc, pero como habían caído 3 gotas de agua, se fue Internet, no sea cosa que se aguante un vientito fuerte el cableado. Gracias al cielo hoy me devolvieron el escape a esta amarga rutina, para poder deleitarlos un rato, pero no mucho, porque volvió sobre el horario de salida.

Lo lamento más que nada por la pobre criaturita nueva que comenzó a trabajar y le dieron la bienvenida unas tres horas frente a la fotocopiadora -que ni sabía usar- y las otras tres horas restantes acomodando porquerías en cajas, junto con la Secretaria favorita. Pero si no se espantó luego de ello, creo que nada lo logrará (aunque aún está a tiempo de arrepentirse).

Por otro lado, aproveché los días pasados para hacer absolutamente nada, de hecho, juro que quise aprovechar el día, despertarme a la nochecita (irónico verdad) y seguir de largo hasta el horario de partida al trabajo, pero ni eso pude hacer, el sueño pudo más que mi voluntad y la semana pasó volando, tan así que el viernes tuve que visitar a mis queridísimos suegros bajo la excusa de luego ir a visitar a una amistad que había perdido a su padre.

La cuestión es que esta amistad no quiso salir, y me sentí estafado, de hecho me clavaron en casa de mis suegros hasta las 2 AM, y adios viernes, que encima llovió y tuve que irme a pie como un buen cristiano (bah en el Sarmiento viejo y querido, con la compañía de un doble del Sr. Mishaghi en el vagón, solo que más ciruja, y que se puso a hacer la grulla en una puerta abierta, y si, me tenté a empujarlo, total no me vería nadie, pero me reprimí mordiéndome el antebrazo desde mi cómodo asiento) -aclaro que esto no cambiará mi opinión respecto a mi adorada motocicleta-. El sábado fue como que no existió, el domingo tuve el cumpleaños de mi hermano mayor en casa de sus suegros, a quien con todo mi cariño le regalé algo dentro del precio estándar de regalos -más de 50 pesos y me quedo corto- pero sin mucho criterio ya que de moda poco y nada de idea, de hecho, vi un muñeco con una remera y le dije al vendedor algo así como "DEME ESA" mientras señalaba con mi dedo índice humildemente a la remera en cuestión, éste empleado del local me contestó tratando de explicarme los diferentes colores y modelos que existían, e intentó quitarme tiempo valioso, a lo que yo contesté "DEME ESA, PARA REGALO" y finalizó la charla de inmediato.

Siempre existe sin embargo y gracias al cielo la posibilidad de que el beneficiario cambie el regalo (aunque así se enterará de cuánto costó el regalo).

Bueno, así concluyó el domingo, mirando alguna peliculita por cable empezada desde la cama, y rogando despertarme a la madrugada, pero claro, nunca llegué a conciliar el sueño hasta no menos de dos horas después, cuando logré que todos los fantasmas de responsabilidades pendientes se cansen a la voz de "BAH, DEJEMOSLO, ESTE PIBE NO VA A CAMBIAR MÁS" y se vayan de mi cabeza, tirando sus sábanas blancas al piso, huyendo por la ventana de la habitación de una bendita vez, así que en realidad nunca llegué a aprovechar la noche, sino que por el contrario torpemente apagué el despertador que había seteado a las 4 AM sólo para despertar a las 7 AM y venir directamente para esta oficina del infierno al horario señalado.

Seguramente ahora vuelva a mi hogar, almuerce (luego de otra hora de espera para que esté todo listo), e intente vencer al sueño para aprovechar la madrugada a modo vampírico, si no me interrumpen esos malditos fantasmas, ni el sonido de fondo de "Cuestión de Peso", claro.

Espero mañana continuar con otro tema de mayor trascendencia que mi insulsa vida cotidiana, les dejo mis saludos, y espero no deban esperar mucho para dejar sus agradables comentarios de lo rápido que es el sistema de comentarios del blog.