martes, 21 de octubre de 2008

Manual de Comportamiento Humano: Los Noveleros.

Bueno, hoy pienso conversarles un rato de lo que pienso respecto a este tipo de personas.
Dado que es un día de lluvia, y que por supuesto sin perjuicio de ello mi motocicleta está en el taller mecánico -para variar, yo creo que mi moto tiene una aventura pasional con él-, antes de seguir con mis actividades laborales -que como verán me están atormentando (?)- les redacto estas breves líneas para su deleite.

Ultimamente estuve camuflado en las malezas urbanas -con un flequillo Emo, un piloto negro, y
dos ramitas de eucalipto- observando pacíficamente este tipo de comportamiento al que denominaré "NOVELERO". Estos seres parece que viven ahogados en un vaso de agua, diría que disfrutan el hecho de no poder disfrutar de sus diminutas e insignificantes vidas.
Y digo diminutas e insignificantes claro, porque somos uno de los tantos seres vivos que habitan uno de los tantos planetas que componen uno de los tantos sistemas solares que componen una de las tantas galaxias que componen... bueno para qué seguir, pero si lo pensamos fríamente, nos damos cuenta de la miserable clase de criaturitas que somos, vivimos todo nuestro ciclo biológico -nacemos, nos alimentamos, nos reproducimos y morimos- pensando en cosas completamente absurdas, como por ejemplo "...El año que viene quisiera poder comprarme una iguana y ponerle "Ricardo"..." mientras en el resto del universo deben suceder trillones de cosas más importantes por las que preocuparnos, por ejemplo estalló una estrella y se destruyó todo un sistema solar, o un grupo de alienígenas encontraron el cuerpo de Yabran en algún sitio del cosmos, quizás detrás de algún agujero negro. Claro, a fin de cuentas la iguana se muere, nosotros nos morimos, y Yabrán también, pero qué queda? bueno no se... tal vez queda ese bache que siempre está en la esquina de mi casa, que nunca cambia a pesar de los años, o la obra en construcción seguirá eternamente en construcción para no permitirme dormir durante las tardes, aún luego de mi inevitable deceso.

Particularmente, y sin desviarnos del tema -aunque siempre lo hago porque sino esto es un bodrio-, los "NOVELEROS" viven compartiendo con el resto del mundo sus particulares inquietudes, a las que ellos llaman "problemas", pero el resto del entorno social catalogaría de "pelotudeces", o "huevadas". Parece ser que lo que para ellos es todo un cosmos, en términos generales, se puede solucionar habitualmente con una simple acción, por ejemplo... realizar un llamado telefónico, hacer tres clicks con el mouse, exhalar y/o parpadear.

Sin embargo, ellos creo que son concientes de la novela que generan en sus perversas mentes dignas de Alberto Migré, con el mero propósito maquiavélico de llamar la atención desesperadamente. Es necesario que todo el mundo esté pendiente de ellos, digamos, no solo con manifestarlo unas trescientas veinticinco veces por segundo -si, hablan más rápido que Enrique Pinti-, sino por la otra vía de fastidiar el bienestar general, haciendo un infantil silencio, y refunfuñeos constantes mientras miran fijamente digamos.. un potus.

Cuando uno ve esta situación desde el camuflaje urbano, en un inocente acto, cree que existe algún tipo de problema, digamos, algo gravísimo, que tal vez requiera de nuestra colaboración -o al menos de alguien de alrededor que tiene que verlos con esa cara de orto/gatito atropellado constante-. Así las cosas en un acto de generosidad infinita uno se acerca lentamente a ellos, y comienza a preguntarles qué ocurre, obteniendo generalmente como respuesta: a) un silencio abrumador que nos inquieta más, seguido de un suspiro; b) un "NADA" pero de esos "NADA" que ya todos conocemos, ese "NADA" que cuando uno lo levanta un poquitito encuentra roña a lo pavote, aparecen los gérmenes de las publicidades de Lysoform riéndose de nuestra ingenuidad por creerles. Ante esto, volvemos a preguntar -porque claro, no lo vas a dejar así, ahora que ya me metí en el baile, bailemos carajo-, y nuestros amigos Noveleros suelen reiterar las opciones "a" o "b", y hasta incluso pueden combinar ambos en un lapso de tiempo indeterminado.
Al intento cuarenta y cinco aproximadamente, el Novelero decide contar su historia, bajo la condición de "PERO NO SE LO DIGAS A NADIE EH!, EH?!". Cuando oímos su historia, los seres del entorno de personas semi-normales, deben contener su risa mezclada con ira al pensar "TANTO QUILOMBO POR ESTA HUEVADA?... MAMMA MÍA", dado que su problemática puede consistir desde una paranoia absurda "ME DI CUENTA QUE ROBERTO ME QUIERE CAGAR, A VOS TE DIERON PARA ACOMODAR TRES PILAS DE PAPELES Y A MI SOLO DOS, ACASO NO ME CONSIDERAN LOSUFICIENTEMENTE CAPAZ? EH??? EH???!!", hasta una depresión completamente injustificada, sostenida por dos patitas con escarbadientes como base "ESTOY TAN CANSADO DE ESTO, LA VIDA ES INJUSTA, AYER FUI A PEDIR UN ASCENSO Y NO ME LO DIERON!" (cuando en realidad uno hace más tiempo que está en peor escalafón laboral, percibiendo un sueldo miserable, y ellos están cobrando algo así como el doble).

Lo importante es que en vez de reírnos, o producirles heridas contundentes en el cráneo con lo primero que tenemos a mano -Vgr. el termo del mate, el mate, la bombilla en el ojo, el celular monocromático que tenemos desde el año 2002 (y pesa unos kilitos)-, optamos por seguirles la corriente con frases al estilo "PERO BUEEEEENO -si, con tonadita- NO TE PREOCUPES, PENSÁ QUE TODO VA A SALIR BIEN!" con una visión falsamente optimista para alentarlo a no intentar quitarse la vida digamos por ejemplo, intentando reparar un ventilador enchufado, descalzos y sobre el piso mojado.
Ustedes dirán... pero esta gente es "EMO", y la verdad no, no no... los EMOS son peores, porque encima de ser Noveleros, no tienen motivos siquiera para justificar su depresión, y normalmente se visten como pelotudos por amor al arte, más que por algún tipo de problema -por más insignificante que sea-. Aparte el novelero es agravado, porque siempre se trata de gente que ya superó la adolescencia o "edad del pavo" (como diría mi vieja - QEPD), y se supone que como adultos "maduros" ya no deberían hacer ese tipo de berrinchitos infantiles dignos de ser apaciguados con un "derechazo de izquierda" como diría Osvaldo Príncipi -relator de Box QEPD, digo.. contemporáneo-.

Ahora bien, la cuestión es la siguiente, nuestra respuesta con visión optimista del mundo no suele ser satisfactoria, principalmente por que nosotros, emisores del mensaje, tampoco la creemos real, o posible. Entonces el receptor Novelero sigue en su postura de inflama gónadas, emitiendo sonidos similares al Ñandú en celo, a la vez que sigue con la mirada fija sobre un escritorio, tomándose el tabique con sus dedos índice y pulgar, a la vez que giran su cabeza horizontalmente, como negando que lo que les ocurre realmente les debiera ocurrir a ellos, pobrecillos hijos del rigor.

Entonces, aquellos que tienen poca paciencia, directamente desisten y los abandonan a su suerte dando un portazo, con un saco beige acomodado sobre el hombro, sostenido por su dedo índice, tras emitir la frase "BUENO MAESTRO, ME TENGO QUE IR, ME ESPERAN EN UNA CABAÑA EN LAS LEÑAS TRES EX-SECRETARIAS DE SOFOVICH PARA UNA FIESTA NEGRA, VOS SEGUÍ TRANQUILITO CON LO TUYO QUE SEGURO SE SOLUCIONA EH!... EH?!".

En cambio, otros tantos ñoños, o personas sensibles -llamémosle "pseudo-noveleros" o "noveleros por rebote", se hacen carne propia el supuesto problema, al punto de llevar una situación insignificante al extremo de la tolerancia del absurdaje, aún más bizarro que Peter Cappussotto y sus Videos, o Vicentico cantando una canción de Ricky Martin -lo que más les guste a modo de analogía-.
Estos son los peores, no se si todavía más nefastos que el Novelero propiamente dicho, porque ya cuando uno da por descartada la problemática insignificante planteada, estas personillas se encargan de esparcir esta tontería entre todas las filas aledañas de personas que no desean verse involucradas. Entonces, supongamos que el Novelero tiene el siguiente problema: "ME SALIÓ UNA HEMORROIDE Y TENGO DIARREA!", entonces el Novelero de rebote, al enterarse comienza a decirle al resto de los mortales: "VISTE? PEPITO TIENE DIARREA, Y HEMORROIDE A LA VEZ!, AH, Y HACE TRES AÑOS SE LE MURIÓ EL PADRE... POBRECILLO, VOY A COMPRARLE CREMITA PARA EL OCOTE... ME AYUDÁS?" esas últimas dos palabras son lo más nefasto, el INVOLUCRARNOS a nosotros, que poco y nada tenemos o queremos tener que ver con el tema, sino más bien preferimos sentarnos a mirar fijamente cómo el ventilador de pie gira de un lado a otro constantemente. Ahí es cuando nos vemos en una situación éticamente reprochable, digamos... tenemos dos opciones en nuestra mente... y allí se personifican sobre nuestros hombros por un lado "La Tota" Santillan -con alas de angel- diciéndonos "DALE.. NO SEAS MAL TIPO, AYUDA A AYUDAR A PEPITO... ÉL LO HARÍA POR VOS SEGURAMENTE!", y por el otro lado, aparece la imágen del mal, un Jorge Lafauci, molecularmente transformado -que representa algo así como un gnomo con su rostro- que nos dice "ESTO ME RECUERDA A CUANDO LIZA MINELLI TUVO HEMORROIDES Y LE PIDIO AYUDA A SU MANAGER, LE FALTA ACTING, DELE... AYUDE A AYUDAR A PEPITO, LE CONVIENE, SINO SE VAN A DESQUITAR CON USTED, Y CUANDO SE DESCUIDE, SE LA PONEN POR LA NUCA, ES MAL NEGOCIO NO HACERLO LE DIGO!".

Entonces en esta debacle, solo tenemos una opción, ayudar a la fuerza a nuestro jóven amigo Pepito, para que supere su contingencia, sea por bondad, o simplemente por evitar que al día siguiente Pepito y su Novelero Anexo, nos tiren bosta por encima de la cabeza por no haberlo hecho, sobretodo ante personas influyentes -como por ejemplo nuestor jefe, nuestra suegra, o el cuida plazas de la esquina-. Como verán nos encontramos en un callejón sin salida en este entonces, y todo gracias a un problema que no tiene principio ni fin, porque digamos, hoy son hemorroides, y mañana es un padrastro en el dedo chiquito del pie izquierdo y terminamos buscando un pedicurista de urgencias para Pedrito...

Para concluír, les sugiero a todos los que están en constante contacto con Noveleros, que eviten preguntar qué ocurre, simplemente pretendan demencia, hablen con seres imaginarios mientras se da la situación "HOLA PANTERA ROSA! VAMOS A TOMAR UN VINO EN CAJITA A LOS LAGOS DE PALERMO?.... SI?.... CREO QUE NOS PUEDE LLEVAR EL OSO HORMIGUERO EN LA SIAMBRETTA... QUÉ?.... AH, SEGURO, LA NAFTA LA PAGAMOS A MEDIAS, QUE NO SE PREOCUPE!", o simplemente utilice el segundo recurso, que es menos perjudicial para su imágen ante el resto, y colóquese auriculares con música a todo volumen mientras mira el monitor de su PC o el éter, simulando estar completamente distraído, al ritmo de Machito Ponce -tararear letras también ayuda al camuflaje-.

Saludos, y espero sus comentarios señores! Good Show.

No hay comentarios: