viernes, 16 de febrero de 2007

Los Remises... cuánta alegría!

Buenas y santas estimados lectores (que cada día son más???), hoy he decidido hablar al respecto de nuestros amigos los remiseros y las agencias de Remise.
Como ustedes sabrán, aunque creo que no saben entonces les cuento, soy un experto estudioso del fenómeno denominado Agencia de Remise y todos sus componentes, ello debido al largo plazo que mi motocicleta permanece en el taller mecánico (porque siempre me dice "mañana está lista!" y siguen pasando los meses) y por supuesto los días de lluvia y mi maldita manía de despertarme tarde (si, por más que haya dormido 16 horas, siempre me despierto tarde, y salgo así, sin lavarme los dientes, medio despeinado, y con los calzoncillos puestos alrevés).
Para empezar, quisiera decir que las agencias de remise se han vuelto tan populares como los videoclubs allá por los principios de los '90, creo que todo tipo con título de ingeniero industrial, dada la poca cantidad de industrias durante esa época, ha decidido formar su imperio de dinero, con estos locales comerciales símil taxi, pero que en la provincia felizmente prescinden de su habilitación comercial e inscripción a cualquier entidad recaudadora de impuestos (por falta de control, claro).
A diferencia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (si, ya dejó de ser la Capital allá por el año 83 con el Dr. Alfonsín, que la iba a mudar a Viedma y nunca lo hicieron, pero tampoco deshicieron la ley al respecto...), que está superpoblada de taxis, porque creo que realmente hay más taxis que automóviles particulares merodeando por las calles; en la provincia, la mentalidad del taxista es diferente, el taxista de provincia se queda durmiendo en su vehículo, en un 99% cerca de alguna estación ferroviaria, a la espera de que algún perejil (léase probablemente usted) tenga la feliz idea de viajar en taxi.
Ahora pregunto yo... por qué no dan vueltas por las calles como los taxis citadinos? les dará pérdida realmente, o será que tienen agorafobia y no se animan a salir de ese puestito compuesto de una casilla y un cartelito tipo pizarra con algunas tarifas?
Por otro lado, cabe destacar que la tarifa de taxi de provincia es extremadamente más alta que la del de la C.A. de Bs. As., por lo tanto tomar un taxi le salga un ojo de la cara y quizás dos falanges más caro, aunque no entiendo por qué... si los autos son iguales (medio venidos abajo, probablemente Fiat Duna o Renault 12/19 con un poco de pintura antióxido en algún panel), no es que los de provincia tengan un jacuzzi o dos negros que abaniquen (aunque prefiero el A/A y la falta de racismo).
Bueno, en definitiva todo esto que digo viene a que gracias a este tipo de actitudes de negocios con falta de visión, y la "viveza" del conurbano bonaerense, se ha facilitado la plaga de agencias de remise, que tienen muy simpáticos nombres como por ejemplo "Monguito" o "Los Amigos" con simpáticos carteles giratorios que chirrían con el viento y como diría Podeti (ver en la página de Clarín Weblog - Yo contra el mundo) nos dan unas ganas terribles de pedir un vehículo.
Uno piensa que la finalidad de remise es trasladarlo de un lugar a otro de una manera eficiente, cuando no tiene otro medio más veloz o ágil para hacerlo, pero... NO! se equivoca, eso no es así, y pasaré a explicar por qué:
Los remiseros son seres oscuros, generalmente cuando uno les habla (porque yo tiendo a sentarme en el asiento delantero del acompañante), nos cuentan sobre sus éxitos financieros del pasado, por ejemplo que tuvieron dos empresas de corpiños rellenos por los años 80, y gracias a la convertibilidad y la gestión de nuestro amigo Mr. Colágeno se fundieron y terminaron de patitas en la calle luego de 10 años de éxitos, con su fortuna inmensa, no sabemos bien qué ocurrió, porque de un segundo al siguiente del relato, terminaron en una miseria tal que los arrojó a trabajar como choferes de remise. Otra cosa fantástica de estas personas es que suelen hablar del clima, para romper el hielo, es como que uno no encuentra otra forma de conversar con ellos al sentarse por primera vez en el rodado, parece ser que el gordito gilúm ese que da el pronóstico durante las mañanas en TN no sabe nada, y ellos con sólo mirar a los cielos son capaces de predecir el clima de los tres días próximos, a modo de shamanes urbanos. Aún así, creo que podría categorizarlos en dos grandes grupos:
1-El tipo de 55 años o más, que siempre es separado o divorciado, y con hijos, que te cuenta que trabaja de esto sólo por sus queridísimos purretes, y por supuesto su ex-mujer es una bruja vampírica vividora que ahora vive con un roñoso de 25 años gracias a la plata que él les pasa todos los meses. Por lo general, cuanto más años tienen, más consejos sabios de la vida pueden darnos, por ejemplo "SI COMES SANDIA CON VINO TE MORIS!", "EN LA MOTO LA CARROCERIA SOS VOS!", "LO QUE MATA ES LA HUMEDAD!", a la vez que uno escucha de fondo a Radio 10 y sus positivas noticias de actualidad, intentando reprimir la violencia que ello engendra.
2-El tipo de 25 a 30 años, que dependiendo de la edad puede ser el clásico purrete semi-pistero, que no es el dueño del vehículo sino su chofer, entonces tiende a jugar a "Meteoro" y pisar a más no poder ese viejo motor con equipo de GNC, los baches son invisibles ante sus ojos, y los semaforos le sonríen a la vez que cantan "Weee all live in a yellow submarine... yellow submarine" mientras hacen esto, se ponen la gorra con vicera hacia atrás, a modo de switch, como Stallone en la película "Halcón" cuando jugaba pulseadas al mejor estilo Arévalo del programa de Sofovich. Este muchachón no le hablará más que de las mujeres que caminan por las calles, y sus formas curvilíneas, más alguna que otra aventura de ficción donde narra haber levantado a 4 adolescentes cachondas en una salidera de boliche bailable, que intentaron abonar el viaje con una fellatio, digna de argumento de película de "The Film Zone" de las 22 hs. del viernes (faltan los lentes 3D a medida que la cuenta). A la vez que hablan con usted, probablemente atiendan su teléfono celular unas 10 veces y hablen con diferentes personas (eso o realmente son esquizofrénicos)
3-El resto, que puede ser que se comporte como un chofer profesional, y simule actuar en "Conduciendo a Miss Daisy", pero es raro encontrarlos, en su mayoría uno los puede ubicar en la C.A. de Bs. As., donde los obligan a andar con camisa y corbata por más que haga 45º de temperatura, y con su handy los mantienen controlados a modo de operativo militar, diciendo "10 4, 10 4, tengo al pasajero en la buchaca, aguardo instrucciones".

Más allá de todo esto, en época escolar, es prácticamente imposible encontrar un remise en el horario laboral, o sea, creo yo que o hay demasiadas madres que son incapaces de caminar dos cuadras con sus hijos hasta la escuela, o será que realmente el que atiende el teléfono en la agencia (recepcionista) esta complotado con las telefónicas para obligarlo a usted a llamar a 4 o 5 números diferentes para con suerte conseguir un vehículo dentro de 40 minutos.
Otro tema, el tiempo dentro de las agencias de remise parece avanzar a distinto ritmo que el del resto del planeta, a usted le dicen 20 minutos de demora, y probablemente sean 60 minutos, según datos oficiales de la NASA (gentileza del Ing. Albert Lapendorching), se produce un fenómeno témporo-espacial similar al que se preveé en los hoyos negros dentro de los habitáculos de las agencias, lo que impide el correcto cálculo de demora de los autos.
Aquí paso a hacer una autocrítica para todos los consumidores de remise, ya que al llamar le preguntan al recepcionista "TIENE UN AUTO?", seamos sinceros, qué nos importa si la pobre recepcionista tiene el poder adquisitivo de tener un vehículo propio, somos demasiado curiosos, yo creo que la próxima vez que llame a la agencia le voy a preguntar si alquila o es propietario al que me atienda, y luego cuál es su salario (de hecho debe ser mejor que el mío y me voy a deprimir un poco).
Por cierto, los remiseros no paran de quejarse de lo malo que es su empleo, al igual que todos los seres humanos, también nos lloran de la baja cantidad de trabajo, pero por otro lado, nunca tienen autos disponibles cuando uno llama, y sobretodo cuando más los necesita, supongamos un día de lluvia, o un día festivo como Navidad/Año Nuevo. Por qué los días en que más se trabaja, resulta que no quieren trabajar? en definitiva el calavera no chilla señores, si trabajan de remise, la lluvia no debe ser un impedimento, o acaso no les hacen un buen descuento en los lavaderos de autos? (el tema es cuando se inunda según dicen). Por otra parte, los días festivos que es donde más clientes tendrían, no trabajan, porque claro, hay que brindar, comer pan dulce con pasas (aunque yo se las quito porque las detesto) y alguna nuez. Lamentablemente la plata aún no crece en los árboles señores, si quieren juntar unos mangos, hay que hacer sacrificios, y sino, no me lloren del poco trabajo.
Parece ser que todas las agencias de remise son adictas a la bebida de automóviles, habrán visto los carteles en las puertas que rezan "TOMO AUTOS", lo tomarán así puro? o rebajado con soda?, aún no concibo cómo se coloca un auto en un vaso, debe haber containers a tal efecto. Pero fuera de broma, dice la mitología urbana, que poca gente se ofrece para tal empleo, y si lo hacen resultan ser impuntuales, irresponsables, e inadaptados, motivo por el cual son inútiles para los propósitos comerciales de las agencias. Mala suerte para todos, porque eso es el origen de la falta de Remises cuando uno los necesita más que nunca (cuando se despierta 30 minutos tarde para ir al trabajo por ejemplo, o se quedó mirando el noticiero con tostadas de salvado y queso crema, a la vez que toma un cafecito con leche, sin apreciar que nuestro reloj se ha quedado sin baterías hace una hora aproximadamente).

Quisiera también destacar que en una oportunidad, un remisero de dudosa sexualidad me dijo que era "guapo", que si bien a ustedes no les importa, a mi tampoco, pero fue un suceso inolvidable ya que dijo la palabra "guapo" (algo completamente en desuso) unas 10 veces en 5 minutos, incluso me refirió que hasta podría ser modelo... a lo cual dije.. "AH BUE'!" y confirmé mis sospechas de que él quería abusar de mí, porque me miraba libidinosamente por el retrovisor (gracias a Dios estaba sentado en el asiento trasero, sino creo yo que hasta me acariciaba la pierna). No solo eso sino que luego de realizar diversas plegarias para que ese chofer no me "recoja" (palabra poco feliz para el caso) nunca más, los recepcionistas crueles me lo siguieron mandando en varias oportunidades a modo de castigo irónico de un infierno imaginario.

Por último quisiera hablar de las tarifas, porque si uno es la primera vez que va hacia un destino, o el chofer que lo traslada es nuevo, jamás deberá preguntar "cuánto es!?" porque seguramente lo van a fusilar con la tarifa, creo que en una semana distintos conductores han variado en los precios unas 10 veces, por supuesto uno más caro que el otro, a lo cual la tasa inflacionaria del INDEC se vería obsoleta, me sentía en la época de la hiperinflación con los benditos Australes, solo que nadie gritaba "La casa está en orden!, felices pascuas!".

Asimismo, como una nueva variante de la "viveza" del conurbano bonaerense, a modo de favor al consumidor, se ha generado una mutación del remise, denominado vulgarmente "0,50", que son una especie de taxi del inframundo, generalmente autos destartalados al estilo Cuba arrastrados por dos varas atadas a unos niños descalzos, que llevan a varios pasajeros a distintos destinos, por la mera suma de $0,50, a modo de combi o similar, solo que sin aire acondicionado, aunque los flatos de algún compañero de viaje pueden ventilarle la frente.

En fin, me he extendido más de la cuenta en el asunto, y no quiero atormentarlos más, espero haya sido de su agrado, y por supuesto sus agradables comentarios.

Saludos

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